Los subtítulos y el doblaje son distintos: ¿cuál está mal?

Se ha vuelto a abrir el melón en Twitter de por qué el doblaje y los subtítulos no coinciden: si dice lo mismo en inglés, ¿cómo es que hay dos traducciones tan diferentes? Alguna de ellas debe estar mal hecha, ¿verdad?

¡Para nada! Ambas traducciones son correctas y vamos a ver por qué…

¡Pero si no tiene lógica!

En realidad, lo que para muchos sería lógico es que tanto al ver un producto audiovisual doblado como subtitulado se dijera lo mismo. Al fin y al cabo, parten del mismo texto origen.

Pues bien, es hora de tirar esta lógica por la ventana. Se puede entender que las soluciones en blanco y negro son aptas para muchas ocasiones pero cuando se trata de traducir, una labor aún creativa, algo subjetiva y que parte de la artesanía, trabajamos en Technicolor y existen una serie de factores que intervienen.

Para empezar, doblaje y subtitulado no son lo mismo y lo que en doblaje se escucha, en subtitulado se lee. Esta es la clave diferenciadora de la que parte todo el proceso creativo de la traducción.

Si el método de transmisión es distinto, la traducción tiene que cumplir requisitos distintos.

¿Y qué pasa en el doblaje?

Uno de los retos principales de la traducción para doblaje es la sincronía, de la que se distinguen varios tipos como por ejemplo, la concordancia en boca o la isocronía.

Esto supone un reto de traducción: lo que los personajes dicen y el movimiento de sus labios ha de coincidir todo lo posible. Para ello es necesario tener cierto conocimiento de fonética o al menos saber qué es eso de petaca-bodega.

Este es uno de los motivos principales por el que en traducción para doblaje se pueden modificar palabras y no buscar siempre su equivalente más exacto. De hecho, cuanto mejor se ve la boca de un personaje, más esfuerzos hay que hacer para mantener el sentido original.

Además, debemos tener en cuenta que el español se alarga un 20 o un 25 por ciento más que el inglés para expresar la misma idea. Vaya, que tardamos más en decir lo mismo y eso también puede ser problemático. Si un personaje abre y cierra la boca muy pronto, la traducción tiene que caber en ese hueco y por eso, a veces se reduce.

En lo que en inglés se dice «I miss you» en español apenas cabe terminar de decir «te echo de menos».

No es de extrañar que entre el colectivo dedicado al doblaje sea común oír frases como «no me cabe en boca» sin ningún tipo de doble sentido.

Por otro lado, también en doblaje, al perder el audio original, el traductor se puede permitir más licencias a la hora de adaptar y localizar referencias culturales o nombres propios. No importa tanto si es un partido de los Red Sox, quizá pueda neutralizarse a partido de béisbol. ¡Aunque sin pasarse! Todos sabemos lo que ocurrió con series como El príncipe de Bel Air.

Entonces, ¿los subtítulos qué?

Recuerda que en doblaje oímos voces y en subtitulación leemos la traducción, palabras que normalmente aparecen en la parte inferior de la pantalla.

La principal técnica que se aplica al traducir para subtitulado es la reducción. La velocidad de lectura no es la misma que la velocidad de escucha. Por eso, para que los subtítulos puedan leerse correctamente hay límites de caracteres por línea y normas sobre la duración del subtítulo.

¿Qué repercusiones tiene esto? Que para poder entender lo que oímos en el audio original, tiene que darnos tiempo a leer las palabritas de abajo y si el español se alarga más que el inglés hay que recortar, reducir y reorganizar la traducción.

Muchas veces, la subtitulación consiste más en resumir el texto original que en traducirlo.

Así pues, construcciones como «I think I know…» pueden verse traducidas como «Creo saber…» o directamente «Sé…». Yo misma, no hace mucho, pasé de poner «tiene la cara dura de…» a escribir «se atreve a…» por limitación de caracteres.

¿Qué es mejor? ¿el doblaje o los subtítulos?

Tanto el uno como el otro presentan pros y contras. Como siempre decimos los traductores: depende del contexto. Vaya, que depende de lo que estés buscando.

Aunque es una pena que se pierdan ciertos matices, una de las ventajas que ofrece la subtitulación es poder apoyarse en el audio original y si conoces el idioma puedes suplantar esas pequeñas omisiones necesarias en la traducción e incluso perfeccionar tu pronunciación y vocabulario.

No obstante, si lo que buscas es la reacción inmediata, vivir con mayor intensidad la película o serie, puedes optar por el doblaje. Escuchar es mucho más sensorial que leer y por eso esta opción es válida y popular en enorme cantidad de países. Además, en España debemos estar especialmente orgullosos de la magnífica labor que hacen los actores y actrices de doblaje que prestan su voz a los personajes.

Lo importante es que disfrutes como prefieras de los productos audiovisuales. Deja atrás el blanco y negro porque para gustos ya están los colores.

A día de hoy, gracias a las plataformas, ya no es tan necesario encontrar cines que ofrezcan versiones subtituladas (aunque siguen siendo una opción cuando se acabe el confinamiento).

Recuerda que en la industria audiovisual no solo trabajan grandes productoras y actores millonarios, sino que hay infinidad de personas detrás de cualquier obra: ajustadores, traductores, técnicos, actores y actrices de doblaje, agencias… Así que disfruta de nuestro trabajo igual que nosotros disfrutamos de trabajar.

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Siempre puedes encontrarme en LinkedIn o ponerte en contacto.

#QuédateEnCasa

Por Valle Mérida.

Publicado por valle.trad

Soy Valle, traductora audiovisual, jurídica y para otros sectores de inglés, francés y ruso a español.

3 comentarios sobre “Los subtítulos y el doblaje son distintos: ¿cuál está mal?

  1. Perdona pero este tocho no tiene sentido, vale la excusa de una película o serie en inglés, pero ahora pon una película o serie de España y activa los subtitulos no tiene TAMPOCO nada que ver… Tampoco le entran en la boca? Es un sin sentido si es V. O. En español y la traducción es también español

    1. Hola, Carlos. Gracias por leer mi blog.

      Como se puede leer en la publicación «la velocidad de lectura no es la misma que la velocidad de escucha. Por eso, para que los subtítulos puedan leerse correctamente hay límites de caracteres por línea y normas sobre la duración del subtítulo». Es por esto que suelen ser distintos, para que dé tiempo a leer.

      Además, en el caso de hacer subtítulos en español para productos en español, el público objetivo suele ser distinto, son las personas sordas. Para ello se consulta la norma UNE 153010 que rige las pautas para hacer más entendible el producto audiovisual.

      En la página web de la Asociación de Traductores Audiovisuales de España puedes leer más sobre esta normativa (https://atrae.org/subtitulado-para-sordos/).

      Un saludo.

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