Gestor y traductor: profesionales humanos

Aunque tendemos a separar nuestra imagen profesional de nuestra parte más humana, en los últimos meses hemos vivido una crisis que nos ha sacudido tanto en el ámbito laboral como en el personal. Esto me ha llevado valorar las relaciones de trabajo como algo más que eso y a convertirlas, también, en una oportunidad para ponernos en el lugar del otro.

La relación gestor-traductor no siempre es la más humana: muchas veces no ponemos rostro a quien nos habla cada semana para ofrecernos un proyecto o a quien dirigimos un correo ofreciendo nuestros servicios.

Aunque en pos de la comunicación eficaz y rápida esto puede ayudar, es un error asumir que cuidar los unos de los otros no es profesional.

Quién es quién

Ser traductor profesional no solo consiste en conocer bien varios idiomas, manejar bien las herramientas y saber trasladar significados, sino también en prestar un buen servicio, adaptarse y negociar. Tener las primeras cualidades puede que te haga traductor, pero tener las segundas es lo que te hace profesional.

Por otro lado, el gestor de proyectos no solo debe ser organizado, realista y calculador, sino también darse a entender, mediar y solucionar problemas. Sin estas últimas cualidades, pocos proyectos saldrían adelante.

Al entender que estas habilidades conforman la mitad de un buen trabajo, ambos  establecen una relación profesional.

Lo más profesional es ser humano

No obstante, tendemos a asociar profesional con ser menos cercano y, personalmente, tras lo ocurrido, me planteo si esto es realmente así.

Claramente, hay límites que nunca se deben cruzar en un entorno laboral, ni mucho menos. También, hay culturas y países en los que lo adecuado es tratarse con respeto pero sin afecto.

Lo que me resulta curioso es que en España no es así. Al ir a comprar el pan, el panadero más profesional no es el que me atiende como lo haría una máquina expendedora, sino el que me atiende con una sonrisa y me recomiende el pan que acabe de salir del horno.

Ser más profesional es cuidar de tu gestor y que tu gestor cuide de ti como traductor. Es establecer una relación laboral pero también de confianza mutua.

Distancia virtual

Quizá, la falta de humanidad que muchas veces se da en las relaciones gestor-traductor se deba a la inevitable distancia entre uno y otro.

Los traductores autónomos trabajamos en remoto y por eso, puede resultar menos instintivo tratarse como personas más allá de como profesionales. Pero no debemos olvidar que ni el gestor es una máquina ni el traductor es un número.

A mí, por ejemplo, me ha ayudado mucho hablar por teléfono y poner voz a aquellos con los que colaboro.

En este mundillo, tratarse con cordialidad y afecto puede ayudar a que la distancia parezca menor y fidelizar colaboraciones.

La importancia de cuidarse

Nuestros trabajos dependen el uno del otro. Tanto traductor como gestor somos mucho más que nuestra profesión, somos profesionales.

Sé amable con los gestores

Gracias, me alegra volver a tener noticias tuyas, te deseo feliz fin de semana, espero que volvamos a colaborar pronto, siempre puedes escribirme, aprecio tus correcciones, gracias por interesarte pero ahora mismo…

Sé amable con los traductores

Gracias por informar del problema, no te preocupes, nos encargaremos de ello, haré todo lo posible, estamos muy contentos con tu trabajo, siento no poder hacer más, acude a nosotros si necesitas algo más…

Fácil, ¿verdad?

Por Valle Mérida.

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Publicado por valle.trad

Soy Valle, traductora audiovisual, jurídica y para otros sectores de inglés, francés y ruso a español.

Un comentario en “Gestor y traductor: profesionales humanos

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