Sobre mí

Un viaje al pasado…

En 2019 me lancé a la piscina como autónoma para seguir con este oficio que realmente me llena, me divierte y con el que aprendo cada día un poquito más.

Desde entonces no he parado de formarme. He querido seguir especializándome mediante cursos, seminarios y más formaciones.

Actualmente, además, estudio ajuste para doblaje en el curso de la Escuela de doblaje de Barcelona para seguir creciendo como profesional.

En 2020 me hice socia de la Asociación de Traductores Audiovisuales de España y de la Asociación por los Derechos de Autor en el Medio Audiovisual.

Un vistazo al camino…

Llegar hasta aquí no fue cosa de un día. Llevo acumulando poco a poco experiencia desde 2016.

En mis últimos años de carrera, tuve la sensación de que se me hacía corta: ¡quería elegir todas las optativas posibles y no perderme nada! Aunque no pude cursar todas las materias sí que pude especializarme en traducción científico-técnica, traducción jurídico-académica e interpretación en los servicios públicos (para saber un pelín de todo).

Por si no hubiera sido bastante hacer un TFG grupal de más de 2000 páginas, mi último año lo combiné con unas prácticas de seis meses como traductora jurídica en una agencia en Granada en la que aprendí a moverme un poco mejor en el mundillo.

Después de haber sobrevivido a cuatro años de montaña rusa había algo que aún no cuadraba y decidí cursar el Máster en Traducción Audiovisual del ISTRAD en Sevilla, además, gracias a esto, cursar el Título Experto en Localización de Videojuegos con ellos fue pan comido.

Debido a estos estudios pude hacer también dos prácticas a distancia: de traducción y creación de contenido turístico para Erasmusu y de traducción audiovisual con un traductor autónomo.

¿Por qué la traducción?

Érase una vez…

Contar mi historia es remontarme a mi primera clase de inglés, cuando empecé a sentir inquietud y curiosidad por los idiomas, las culturas y la comunicación. ¿Cómo era posible que a unos kilómetros de distancia hubiese otras tradiciones, lenguas y formas de ver la vida? ¿Cómo nos entendíamos entonces?

Estas preguntas me acompañaron a lo largo de los años y a los 17 estaba decidida. Si había algo que pudiera dar respuesta a mis dudas era la traducción. Fue entonces cuando decidí centrar mis esfuerzos en entrar en el grado que quería y donde quería hacerlo. Finalmente lo logré y pude estudiar Traducción e Interpretación en la Universidad de Granada.

Idiomas y más idiomas…

Si ya sabía que la traducción me gustaba, a medida que fueron pasando los años de carrera me fui enamorando más y más del oficio. Pude disfrutar de un año de Erasmus en Niza, Francia y comprobé de primera mano que la cultura es primordial para hablar un idioma.

No solo aprendí un idioma más y una perspectiva distinta del mundo, sino que además tuve mi primer trabajo como camarera en un bar atendiendo a todo tipo de clientes. Gracias al reclamo turístico de la ciudad pude practicar el inglés, el francés e incluso mi tercer idioma, el ruso. Reconozco que solo por esto me llevé alguna propina.

Conóceme un poco más…

¿Qué idiomas hablas?

Tengo cierto nivel en cuatro idiomas: ruso, francés, inglés y, obviamente, español. El español es mi lengua materna y soy graduada de traducción por inglés y ruso, pero gracias a mi experiencia de Erasmus domino el francés.

Aunque he trabajado tanto del inglés, del ruso como del francés al español, mi experiencia principal es de traducción audiovisual del inglés al español y de traducción jurídica del ruso al español y es a lo que dedico la mayor parte de mi tiempo.

Ahora, mi situación personal me ha llevado a acerarme a conocer el portugués y me estoy formando en este idioma. Aunque, eso sí, solo por puro placer.

¿Has tenido otros trabajos?

¡Claro que sí! De hecho, he combinado mis estudios con distintos trabajos para poder pagarlos. No solo trabajé de camarera en mi Erasmus, durante mi año de máster, pude ser «la teacher» en varias academias de inglés en Sevilla, Cádiz y Córdoba.

Aunque ya contaba con cierta experiencia , este trabajo me sorprendió porque no solo enseñaba, sino que también aprendía. Estuve combinando mi pasión por la traducción con mi gusto por la enseñanza hasta 2020 en distintas academias.

Me siento afortunada de haber podido contar con oportunidades laborales desde los 18 años y de haber aprendido tanto de otros oficios que aplicar en mi sector.

¿Qué me deparará el futuro?

Objetivos profesionales

  • Dar visibilidad al trabajo traductor
  • Romper las barreras culturales e idiomáticas que nos separan los unos de los otros

  • Crecer como profesional formándome con cursos, seminarios y ponencias
  • Aumentar mi cartera de clientes gracias la inversión en formación, programas informáticos y prestando servicios de calidad